Es triste percibir como el malestar y la apatía se han enquistado en nuestro colectivo, las razones son muchas y variadas, funciones obsoletas y en continua reinterpretación, salario bajo, escasa valoración y poca participación en las decisiones que nos atañen. Las reivindicaciones son tan antiguas y se persiguen desde hace tanto tiempo que se observa el desgaste. Pone a prueba nuestra resistencia a la frustración. Aunque siempre hay alguna voz que defiende el inmovilismo, no podemos dejar de defender nuestra convicción del rol educativo del trabajo de los auxiliares educativos (o ATE). Asumidas nuestras responsabilidades tenemos que hablar de las de los demás.
Somos unos profesionales esenciales en la escolarización del alumnado con necesidades educativas especiales. Nosotros creemos que nuestro trabajo transciende la mera realización de una serie de actividades concretas. Requiere rutinas y repetición pero también capacidad de observación, reflexión, empatía, conocimiento y toma de decisiones ya que estamos trabajando con personas, y evidentemente, el sentido del trabajo se proyecta en las acciones que realizamos, en el cómo nos desevolvemos en el trabajo y cuanto nos hemos afianzado en la labor educativa. La acción educativa va más allá de la enseñanza de contenidos y materias relativas a las disciplinas del conocimiento, es crucial educar de manera integral teniendo en cuenta la totalidad de dimensiones que conforman al ser humano. Parecería que esta discusión está sobradamente superada, pero no debe ser así pues estamos hablando de ello.
Lo que está ocurriendo es que los ATE somos unos actores muchas veces invisibles lo que provoca un efecto negativo sobre la visión y el sentido que tenemos de nuestro trabajo.
Las causas de esta situación los encontramos en tres ámbitos. El primero la administración autonómica, que mantiene una actitud que podríamos decir de anquilosamiento, es ella la competente para negociar funciones y categorías profesionales de su personal, y esto a pesar de que en el año 2011, la administración central hizo un reconocimiento explícito de nuestro perfil (Cualificación profesional: Atención al alumnado con necesidades educativas especiales en centros educativos) como un profesional de nivel 3 (bachillerato o ciclo de grado superior) definiendo muy concretamente toda una serie de competencias así como el ámbito profesional donde se ubica.
En segundo lugar están los equipos directivos de algunos centros docentes que tienen un papel muy importante promoviendo actitudes que favorecen o dificultan una buena dinámica escolar (estilo autoritario, democrático,…)
Y por último, la actitud del profesor es fundamental. El tipo de relación que se crea con los docentes con los que se trabaja define mucho el rol del ATE. Somos unos profesionales esenciales en la escolarización de los ACNEE, pero el éxito o fracaso de su inclusión tiene mucho que ver con el grado de colaboración y complicidad que se pueda llegar a establecer entre el docente y el auxiliar educativo. La escasa participación en lo pedagógico o poder participar en la rutina educativa del centro deviene de la relación ATE-docente. Esta relación es compleja, diversa, en la que la afectividad ocupa un lugar importante. Si no existe una relación afectiva entre el auxiliar educativo y el docente se percibe aún más esta correlación de poder que aparece en la escuela. En esta relación prima principalmente la actitud del docente, es él el que da más o menos participación al ATE. Esto es especialmente relevante en las aulas abiertas donde la convivencia es estrecha y parecen islas en un mar.
«Además, con más frecuencia de la deseada, parece considerarse que el profesor es responsable de los niños de la clase, a excepción del alumno con discapacidad, que pertenece al auxiliar. Corre así el riesgo de que se desentienda de ese alumno en la confianza de que «ya está asistido»…Se crea así una especie de isla,…el niño con discapacidad está en la clase, pero no forma parte de ella».*
Cuanta menos capacidad de decisión y menos participación menos satisfechos nos sentimos con el trabajo. Aunque solo sea por la cantidad de horas que estamos con los niños, es necesaria nuestra participación en las reuniones de coordinación o con las familias, donde aportar nuestra opinión sobre las estrategias y las medidas que se van a llevar a cabo. En muchos casos conocemos a los alumnos toda su escolaridad y podemos aportar una información completa y amplia de sus dificultades dentro y fuera del aula. Es la diferencia entre trabajar en equipo o no. Es la diferencia entre ser un equipo de profesionales que trabajan coordinadamente para conseguir una serie de objetivos para sus alumnos, o unos docentes que intentan enseñar sus materias y junto a ellos, unos auxiliares que ayudan a los alumnos en lo que ellos no pueden hacer, hasta donde llega su buena voluntad o su saber hacer. Creemos que nuestro papel es tremendamente importante y «al margen de los cuidados básicos (movilidad, aseo y alimentación) del ACNEE es necesario promover la autonomía del niño o niña, potenciar la colaboración y el contacto con sus compañeros y pasar lo más desapercibidos posible».*
Busco blogs con experiencias de ATE / AE porque estoy en listas de contratacion temporal y no tengo ni idea de qué hacer en sentido práctico, en plan, día a día: acompañar al baño, cambiar pañales etc.
Miedo me da la incorporación si existe ese elitismo y descarga de responsabilidad entre el centro/maestro y el personal cuidador 🙁
Hola Alma. Siento decirte que apenas hay documentación o información práctica relacionada con nuestro trabajo en internet. Es una profesión que aunque tiene muchos años desde su aparición, hasta ahora no se ha puesto en valor las habilidades adaptativas y su importancia en la formación y en la adaptación de las personas con diversidad funcional o con necesidades educativas especiales. Creo que solo vas a encontrar cosas encaminadas a pasar la oposición en academias o temarios de oposiciones. Un saludo.
Como tu bien dices somos necesarios pero invisibles, creo que nuestra labor es importantísima , pero cuando hacemos esta labor no estamos perjudicando ,porque la administración sabe que la vamos hacer de forma gratuita .
El día que todos de jamos de hacerla pude que se nos reconozca.Yo en mi centro deje de hacerla un dia
me dijo la directora para que se os reconozca a vosotros esta labor ha venenos munchos compañeros maestros en la listas de educación.
POR DESGRACIA ESTO ES LO QUE PIENSAN MUNCHOS DIRECTORES , ERES BUENA MIENTRAS LE QUITES AL NIÑO.
Hola Virginia, no sé donde trabajas, pero no estoy del todo de acuerdo contigo. Te comprendo y yo me he sentido
muchas veces así, pero mi experiencia es que cuando empiezas a medir absolutamente todo lo que haces, quedan
muchas necesidades sin cubrir y puede pasar que no seas una solución a las necesidades que tienen los alumnos
y los centros, hasta el punto de que no les importe prescindir de tí.
Comprendo tu frustración pero opto más por otra actitud. Hacer lo que entiendas o creas necesario por los alumnos
y alumnas dejando siempre claro que no te lo pueden exigir, ya que no es tu obligación y por lo tanto, tu decides
hasta donde quiero implicarte y cargarte de trabajo. Conozco compañeras que han tomado la actitud de ceñirse
escuetamente a la letra de la ley y tampoco eso ha conseguido nada, a no ser que se planteara una huelga en toda
regla, lo que supondría una paralización de los centros. Así si tendrían que escucharnos.
«Nuestro trabajo consiste en asegurar la integración escolar de niños y jóvenes con necesidades educativas especiales y entre nuestras funciones se encuentran las siguientes: atención en las actividades de ocio y tiempo libre, instrucción en conductas sociales y actividades básicas de la vida diaria, (hábitos de higiene, vestido, autoalimentación, vestido, etc), ayuda y aprendizaje del control de esfínteres, atención en los desplazamientos por el centro, integración en el equipo de orientación, colaborando con el tutor y con el resto de especialistas UNA LABOR NO RECONOCIDA por la administración.Somos un grupo de profesionales al que nos avalan formación(voluntaria)y una amplia experiencia en el puesto. Lo que exigimos a la Administración educativa de la Xunta es que «regularice nuestra situación laboral y equipare nuestro colectivo al de otras/os trabajadores que realizan las mismas funciones y se nos exija una titulación especifica para el ejercicio de nuestras funciones!
Desgraciadamente para muchísimos docentes somos las/los cuidadoras/es y ya está. Nos consideran personal de categoría diferente a la suya, normalmente inferior. Pero pretenden que les damos apoyo como si fuésemos docentes… ¿en qué quedamos?
No conocen nuestras funciones ni tienen en consideración que actualmente casi todos tenemos tantos estudios como ellos, si no más.
Cuando llegan niños con nnee al centro, se llevan las manos a la cabeza… La que me ha caído!!! Y desde ese supuesto inicial, el trabajo es más difícil para todos. Ellos se agobian y a los ATEs nos presionan y nos exigen de forma injusta.
Sí, realmente lo que cuentas se da y más de lo que cabría esperar, pero mi experiencia me dice que tal vez algunas veces somos nosotros y nosotras las que nos sentimos inferiores. Ellos son muchos y siempre ha sido su sitio y nosotros pocos y hemos caído en los centros como un añadido. Pero lo cierto es que somos muy importantes para la escolarización de los ACNEE. Sin ATE o AE, como quieras, no podrían escolarizarse a muchos niñ@s.
Es cierto, la mayoría no saben nuestras funciones pero es normal, pienso yo, algunas veces dudamos hasta nosotr@s. Yo he sentido más discriminación o infravaloración en niveles más bajos de la escala educativa que en los más altos, en primaria que en secundaria por ejemplo, y en Educación Especial más que en ordinaria. En EE el trabajo docente está tan cerca del auxiliar que se mezcla y es fácil cierto conflicto de autoridad o cierta rivalidad.
Yo parto de que mi trabajo es muy importante y que el docente me necesita y, sobre todo, el niñ@ me necesita, sin contar que con frecuencia yo lo conozco mejor que él o ella incluso tengo más experiencia y sé más que algunos de ellos como tú muy bien dices. Pero yo ya no me enfado por esta realidad sino que pienso que si me necesita es que mi trabajo es necesario y muy importante para la escuela y para el alumn@, al final en la mayoría de los casos aparecen los agradecimientos y la colaboración que tal vez debió de haber en un principio.